Mes de la niñez: 5 formas en las que el juego transforma vidas

En todo el mundo, la mayoría de los pacientes de Médicos Sin Fronteras (MSF) son niños y niñas.

El juego mejora la salud, promueve la recuperación y aumenta drásticamente la calidad de vida de cada niño o niña. No tiene efectos secundarios, no requiere almacenamiento especial y puede ser recetado de forma segura por cualquier persona, en cualquier lugar.

Los niños son casi siempre los más vulnerables ante brotes de enfermedades, desastres naturales y las duras condiciones de vida que suelen enfrentar quienes huyen de conflictos o de los impactos del cambio climático.

Si bien las respuestas humanitarias suelen centrarse en la alimentación, refugio y la atención médica, los niños tienen otra necesidad inherente que a menudo se pasa por alto: el juego.

Esta actividad estimula el desarrollo cerebral, creando conexiones neuronales, especialmente durante los primeros cinco años de vida. Jugar durante estos primeros años influye en la trayectoria vital de un menor, pero los niños de todas las edades necesitan jugar.

Esta es la razón por la que jugar es especialmente importante para niñas y niños que viven en medio de una crisis.

1. En contextos de conflicto, el juego ayuda a sanar

Vanya, de 8 años, y su peluche Bonnie. Ucrania, región de Kirovohrad, julio de 2023. Vanya vive con su madre en un refugio para desplazados internos en la región de Kirovohrad. Los psicólogos de MSF ayudan a Vanya a compartir y procesar sus emociones con la ayuda de juguetes.

Actualmente, se estima que 473 millones de niños y niñas viven en zonas afectadas por conflictos. Esto representa más de uno de cada seis niños en todo el mundo.

El juego puede ayudar a los niños y niñas a procesar sentimientos complejos de miedo, dolor e incertidumbre. En zonas de conflicto, donde un niño ha perdido toda sensación de familiaridad y control, el juego puede ayudarle a aferrarse a su identidad, a reducir el impacto del estrés y a desarrollar resiliencia.

Si bien la comida, el refugio, la protección y la atención médica son esenciales, los niños también tienen una necesidad innata de jugar e intentarán hacerlo incluso en las condiciones más difíciles.

2. En hospitales, el juego alivia el dolor y acelera la recuperación

Mohammad Umair, de 18 meses, fue llevado inmediatamente al Hospital Materno Infantil Goyalmara de MSF por su madre Sufaira, de 19 años, después de sufrir una lesión. Tras recibir los primeros cuidados, ella lo llevó a la zona infantil del centro. Allí, Umair dejó de llorar y empezó a jugar con pelotas de colores.

En 2023, nuestros equipos ingresaron a más de medio millón de niños menores de cinco años para recibir atención hospitalaria urgente.

Estos jóvenes pacientes están gravemente enfermos o presentan lesiones complejas. Pero también se encuentran en un entorno extraño, separados de sus familias y de lo que les resulta familiar y reconfortante.

El juego puede ayudar a regular las hormonas del estrés, como el cortisol, lo que reduce el dolor y la ansiedad. Esto no solo reduce el sufrimiento durante los procedimientos médicos, sino que también permite que los niños y niñas se recuperen más rápido.

3. En contextos de desnutrición, el juego estimula el desarrollo

Mazim (a la derecha), de 12 años, juega al fútbol con sus dos hermanos pequeños con un balón que han fabricado con un calcetín relleno de bolsas de plástico. Mazim es el mayor de seis hermanos. Es originario de El Geneina, la capital de Darfur Occidental. Al igual que cientos de miles de niños, huyó de Sudán a Chad con su familia tras el estallido de la guerra en abril de 2023. Desde hace más de un año, vive en el campamento de tránsito de Adré.
Mazim (a la derecha), de 12 años, juega al fútbol con sus dos hermanos pequeños con un balón que han fabricado con un calcetín relleno de bolsas de plástico. Mazim es el mayor de seis hermanos. Es originario de El Geneina, la capital de Darfur Occidental. Al igual que cientos de miles de niños, huyó de Sudán a Chad con su familia tras el estallido de la guerra en abril de 2023. Desde hace más de un año, vive en el campamento de tránsito de Adré.

La desnutrición no solo causa hambre, sino que tiene graves consecuencias para el crecimiento y el desarrollo de los menores.

También puede causar atrofia muscular, hinchazón (edema) y fatiga, lo que hace que los niños se retraigan y tengan menos probabilidades de recibir la estimulación que necesitan para aprender y crecer.

El juego activa la mente, ejercita los músculos y fortalece las relaciones entre los niños y sus cuidadores. Junto con los medicamentos y alimentos terapéuticos adecuados, el juego puede ayudar a los niños y niñas con desnutrición a recuperarse cognitiva, emocional, social y físicamente.

4. En emergencias, jugar ayuda a reconstruir vínculos

Un miembro del personal de MSF organiza actividades para los niños del refugio de Azareh. Beirut, Líbano, 11 de octubre de 2024.

El juego es vital para la vida y la salud de un niño o niña. Sin embargo, en situaciones de emergencia, las personas adultas pueden verse obligadas a priorizar la alimentación, el refugio y los medicamentos. Debido a esto, los niños pueden verse obligados a trabajar prematuramente para ayudar a la familia, dejándoles poco tiempo para jugar. 

Mientras tanto, madres, padres y cuidadores enfrentan sus propios duelos y sufrimientos. Esto dificulta que puedan responder a la necesidad de juego de sus hijos e hijas.

La ayuda humanitaria puede aliviar algunas de las mayores presiones que enfrentan las familias en zonas de crisis. Incluye atención médica y de salud mental, aunque muchas veces estos servicios se ven amenazados por recortes presupuestarios.

Donde sea que se brinde ayuda —hospitales, campos de refugiados o equipos móviles—, los juguetes y la decoración pueden marcar una diferencia. Crean entornos acogedores donde los niños y sus familias se sienten seguros y pueden reconectarse a través del juego.

La falta de juguetes no es una barrera. La posibilidad de jugar existe en todas partes, en cualquier momento. Un chiste, una canción o un baile divertido son formas de integrar el juego en la vida cotidiana de un niño.

Un simple juego desarrolla las habilidades lingüísticas de los niños y les ayuda a establecer relaciones estables y enriquecedoras.

5. El juego como parte de la atención humanitaria

Un miembro del personal de MSF organiza actividades de juego para los niños del refugio de Azareh. Beirut, Líbano, 11 de octubre de 2024.
Un miembro del personal de MSF organiza actividades para los niños del refugio de Azareh. Beirut, Líbano, 11 de octubre de 2024.

En todo el mundo, nuestros equipos trabajan en comunidades gravemente afectadas por crisis humanitarias.

Para promover el juego como una forma de trabajar con niños y niñas, en MSF hemos desarrollado el kit de herramientas de terapia de juego (Play Therapy Toolkit). Ahora brindamos apoyo adicional a nuestros equipos que deseen desarrollar el uso del juego en los proyectos.

El kit de herramientas fue creado por la terapeuta de juego Katherine Haciomeroglu, quien pasó un año trabajando con pacientes y colegas de MSF en Sierra Leona.

Su objetivo es ayudar a los equipos de MSF a convertir el juego en una parte fundamental de la atención que ofrecen a los niños, especialmente a los menores de cinco años. Incluye:

  • Consejos para crear espacios adaptados a las necesidades de los niños y niñas,
  • Orientación para elegir actividades adaptadas a sus etapas de desarrollo y
  • Cómo fabricar juguetes con materiales disponibles, como jeringas de plástico (¡sin aguja!) y guantes quirúrgicos. 

El juego está consagrado en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y también es un elemento esencial en sus vidas y su cuidado, sin importar las circunstancias.

Suscríbete al Newsletter
Tus Datos
*Campo obligatorio
*Campo obligatorio
*Seleccione al menos una opción
*Seleccione al menos una opción
Esta web usa cookies propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia. Al navegarla aceptas su uso.